Damos inicio a la Semana Santa, con la misa del domingo de ramos. Es un momento muy importante para nuestra fe. Después de 40 días de preparación, con ayuno, penitencia y caridad por los demás; nos adentramos a vivir con Cristo, su pasión, muerte y resurrección.
Muchos católicos se preguntan aún ¿por qué Jesús tuvo que morir de esa manera tan cruel, tan horrenda? La respuesta se puede dar desde distintos puntos; pero el más importante y que debe cuestionarnos mucho nuestra propia existencia es la siguiente. Solo el que ve el sufrimiento de Jesús, empieza a tomar conciencia que la vida trae mucho sufrimiento, dolor y angustias; que solo podemos entenderlo a la luz de la cruz. Cualquier dolor que podamos tener, queda ensombrecido y minimizado frente al padecimiento de Jesús en la cruz. Muchas veces nos victimizamos, pensamos que nuestro dolor y sufrimiento no tiene par. Viendo a Jesús en la cruz, tomamos también conciencia que la gran inmensa mayoría de nuestras hondas penas, nos las hemos conseguido nosotros mismos. Jesús fue inocente y pasó haciendo el bien. Cristo en la cruz, nos hace ver el pecado del mundo y nosotros no estamos ajenos a el. ¿Que pecado tomó Cristo por nosotros? La infamia, la mentira, el orgullo, la falsedad, la hipocresía, la corrupcion, la injusticia, el abuso de poder, la malicia, el desafuero. Todo esto y más. Démonos la oportunidad de caminar con Cristo en su pasión y ver que nuestros dolores son causa de nuestros pecados.
Dios los bendiga esta semana.